lunes, 28 de julio de 2008

PEREGRINACIÓN A TIERRA SANTA (4). NAZARET II





Muchacha humilde y sencilla,
de manos trabajadoras,
confiada y pensativa,
dulce novia de José.
Ha entrado Dios en tu vida
con fuerza arrebatadora
y nace en ti día a día
la esperanza de Emmanuel.

¡Dichosa tú que has creído!
Dios hace en ti maravillas.
Tú ves crecer a tu Hijo
bajo el sol de Nazaret.
Mujer del pueblo opromido,
obrera de la alegría,
con Jesús vas de camino
por las tierras de Israel.
Aparte de la presencia tan cercana de María [en la primera foto nos acercamos al recinto de la Anunciación/Encarnación], en Nazaret se percibe el taller de José y Jesús. Los años de vida discreta y oculta. Varias décadas de acrisolar una maduración humana y espiritual. Los templos que hoy podemos contemplar hacen un canto a la Sagrada Familia. Cada vez me voy alegrando más de haber venido todos juntos. Los niños, probablemente, no serán capaces de darse cuenta del alcance de todo lo que vamos viendo. Además a ellos siempre les llama la atención algún detalle que a los adultos nos parece quizá secundario. Pero lo esencial es que vamos juntos en familia y en comunidad, tienen como Jesús en el pasaje famoso, alrededor de doce años, ellos también van madurando en edad, saber y fe.
El poblado evangélico les atrae muchísimo. [Fotos segunda y tercera]. La forma de vivir sencilla de aquellas familias nazarenas. Penetramos en hogares que tuvieron abuelos y chiquillos, hombres y mujeres concretos, que convivieron con un Jesús anónimo, que conocieron sus juegos, sus primeros escarceos en pandilla, sus trabajos en la carpintería. José, María, Jesús y aquellos otros parientes que nombra el Evangelio. Primos hermanos que no siempre supieron seguirle, pero que, a su tiempo, y vencidas las dudas, como Santiago o Judas -los parientes, no los apóstoles- también llegaron a ser "familia" por escuchar la Palabra y cumplirla...
"Estos son mi madre y mis hermanos y hermanas... los que escuchan la Palabra". Así que aquí estamos nosotros también familia al fin y al cabo. Somos los que escuchamos la Palabra.

Sobre los restos arqueológicos de una casa taller del siglo I se levanta hoy la basílica de san José, con restos de un baptisterio de inmersión de aquella misma época. [Es la foto cuarta de la presente sesión, siete peldaños para bajar y subir, que significan el descenso y ascenso de Jesús, y los siete sagrados dones del Espíritu, frutos del bautismo]. Sobre la que seguramente fue la casa de la Sagrada Familia en seguida empezaron a querer ser bautizados los primeros componentes de comunidades cristianas de esta zona. Las ruinas y la actual iglesia distan de lo que fue la casa de María antes de casarse lo mismo que había entre la casa de Paqui y la mía cuando solteros. Me imagino las relaciones de noviazgo, las dificultades sobrevenidas... también nosotros mismos hemos soñado entregar nuestras vidas al Señor, ir más allá de lo de casarse-piso-coche-tv etc etc. Sé que ellos tenían antes quizá otros planes y que el Señor les comprometió en los suyos y ellos se dejaron seducir por al amor de Dios y por al cuidado de Jesús. Hágase en mí ( y en mí, también, diría José) según tu Palabra.

Muchas personas que podáis leer estas memorias de peregrinación también habréis tenido quizá otros planes y parece que se han roto, pero precisamente ahí está la pregunta del Arcángel Gabriel. ¿Quieres decir que sí? ¿Quieres responder "Fiat", "Hágase"? Dios te abre a otra posibilidad, tú puedes aceptarla, o rechazarla.
Aparte, Nazaret invita a "guardar las cosas en el corazón"; a la humildad laboral, a la discreción que rehuye las prisas y la fama rápida; a confiar en que la familia a su debido tiempo encontrará al Señor en sus vidas. A nuestras comunidades nos invita a resaltar la presencia de María en la catequesis y en la celebración. Sin María, no hay Jesús Emmanuel "Dios con nosotros", no hay "con vosotros está", no hay encarnación.
Nazaret muestra la realidad de lo que es encarnarse todo un Dios en un tiempo y espacio muy, pero que muy concretos. [En la foto quinta vemos el hermoso cuadro de Hermmerlein de Viena, "Jesús aprendiz de carpintero"]. También se descubre el papel femenino y el papel masculino en la educación de los hijos, la estabilidad familiar (de pequeña y de gran familia y de ambiente comunitario) a la hora de dejar madurar a los jóvenes. Nazaret es sobre todo la catequesis viva de que los procesos del Señor necesitan personas concretas dispuestas, estabilidad emocional y espiritual y lenta maduración... antes de afrontar la vida pública. También enseña que, llegado el momento, hay que salir de Nazaret y anunciar el Evangelio. Muchos estaréis en la primera fase aún; pero otros estáis ya en la fase de salir al mundo.

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