viernes, 10 de agosto de 2018

SE PARECE AL CIELO (ERMITA DE DESAMPARADOS)



SE PARECE AL CIELO (ERMITA DE DESAMPARADOS)

 (1)

Se parece al Cielo
de suave luz.
Santos del Carmelo
bajan de la Cruz.

Suben a la ermita
de Desamparados.
Jesucristo invita:
todos invitados.

En sencilla mesa,
platos sin mantel.
El amor no pesa,
es licor de miel.

Cena que recrea,
vino que enamora,
fecunda la idea
silencio que adora.

Charlan las estrellas
en constelación
sobre cosas bellas
de la Creación.

En la noche oscura,
luna en las montañas.
Luz de Virgen pura
llena las entrañas,

Ave María,
Padre Nuestro,
Gloria a Dios.

(2)

Se parece al Cielo
derramando al mar
del Monte Carmelo
lluvia y santidad.

“Ave Maris Stella”
con fulgor avisa
que Dios se revela
en fragante brisa.

Como niño en brazos
sueña el corazón
que le amarran lazos
de divina unión.

Suben los profetas,
santos fundadores,
místicos, poetas
y hasta soñadores…

Los hermanos hallan
Dios en soledad
y de amor estallan
en fraternidad.

Al caer la tarde,
toman la linterna,
prenden fuego que arde
con la llama eterna.

Ave María,
Padre Nuestro,
Gloria a Dios.

(3)

Se parece al Cielo:
entre sol y sal,
entre paz y celo,
ermita de cal.

Casa de acogida
de quien llega hambriento.
De santa comida
sobra el alimento.

Grita negro grillo
crística oración,
zumba el farolillo
en contemplación.

Cauta lagartija
reza en las paredes,
y la araña fija
éxtasis en redes.

Es tertulia larga
en recreación,
que alivia la carga
y eleva oración.

Sotos y espesuras,
cielo alucinado.
Cantan las criaturas
gracias del Amado.

Ave María,
Padre Nuestro,
Gloria a Dios.

(4)

Se parece al Cielo
de extasiada luz.
Santos del anhelo
vienen con su cruz.

Llegan a la ermita
de Desamparados
y la depositan
con la del Amado.

Canta Teresita
su “Vivir de amor”,
luego Juan recita
con el verso en flor.

La guitarra suena
música callada
en la noche amena
de alma iluminada.

La madre Teresa
trata de amistad
e Isabel confiesa
Santa Trinidad.

Tras horas repletas
de santa virtud
oran las completas
de la plenitud.

Ave María,
Padre Nuestro,
Gloria a Dios.

(5 y fin)

Se parece al Cielo
de anhelada luz.
Santos de este suelo
pasan por la cruz

y entran en la ermita
de Desamparados.
Jesucristo invita:
TODOS INVITADOS.



En Sevilla, 5/10 de agosto de 2018.
Sobre la ermita de Desamparados del Desierto de las Palmas (Benicassim-Castellón),
arrimada al Monasterio de la Transverberación de Santa Teresa de Jesús de los carmelitas descalzos y al Centro de Espiritualidad.
Recordando a Belén (+), Ángel, Fina, Ana, Marta, Nuria, Paqui y JM,
que hicimos promesa fraternal junto al padre Eduardo, ocd
el 7 de agosto de 2012.
Y teniendo en el corazón también a nuestros niños alrededor,
y a Enric, Lola, Rosa, María, al padre Nacho ocd…
y todos cuantos disfrutamos en recreación y oración,
y a tantos otros buscadores de Dios que antes que nosotros aquí oraron,
en soledad o en compañía,
inspirándose para grandes tareas apostólicas,
así como los aún que oran hallando paz y alivio al dolor cotidiano,
y los que siempre orarán en este lugar
con anhelo de cielo, determinación de monte y horizonte de mar.






1 comentario:

fray Nacho de la Palabra dijo...

Querido José Manuel, hermano en el Carmelo Teresiano y en el caminar por estos montes y valles del Desierto de Las Palmas...

Has resumido muy bella y poéticamente dos siglos de historia (abierta al futuro) que tiene la Ermita de Ntra. Sra. de los Desamparados -patrona de la ciudad de Valencia-: un grato recuerdo familiar de muchos que han orado en esas dos centurias, compartiendo algo de nosotros que oramos y allí nos hemos encontrado periódicamente en este último lustro, e invitación a otros que orarán en el futuro y que harán, seguramente, maravillas...

Memoria de encuentros en este pedacito de cielo de aquellos que lo ansiaban (uno ilustre fue el fundador de las Oblatas del Santísimo Redentor, monseñor dom José María Benito Serra, O.S.B., obispo de Daulia, que aquí, en esta Ermita, a finales del siglo XIX -convertida por entonces en hospedería de mujeres, salvaguardando la clausura conventual-, se encontró por última vez en la tierra con la fundadora de dichas religiosas, la madre Antonia Mª de Oviedo y Schönthal).

Muchos nos han precedido y nosotros, en el futuro, habremos precedido a los que hoy aún no conocemos. Esta es la historia que Dios va haciendo en el corazón de las personas: la historia espiritual oculta, esa microhistoria que acaece desde hace siglos y sigue ocurriendo en las Ermitas del Desierto de Las Palmas, y que huye de las crónicas (apenas tenemos datos de ellas) como si lo importante fuera el presente y el futuro (y la memoria que en el futuro se podría hacer de ella) no fuera tan importante, porque se deja en manos de Aquél que bien sabe y bien nos quiere...

Gracias por tus versos y por tu música; gracias por tu presencia, por tu estar y tu compartir; por tu vida, tu familia y por tu hacer; por tu ser, tu promesa y tu fraternidad...

Unidos, caminantes, damos gracias por lo vivido y, contentos, nos volvemos a ver en la Ermita de los Desamparados, cuando Dios quiera (o la Virgen, titular de la ermita, nos vuelva a unir de modo tan curioso como le sacó el primer milagro a Jesús: "No tienen vino". ¡Bien sabía ella!...)