Muchas personas dicen buscar a Dios; pero tan sólo van detrás de ideas cómodas y satisfactorias. Se construyen un dios a su imagen y semejanza… Pero ¿cómo ver el rostro de Dios? Los mandamientos nos ponen en relación con lo malo, nos señalan lo que no hay que hacer. Pero eso tampoco basta. A lo más que llega uno por ese camino es a la Ley, a lo prohibido. Pero ¿dónde encontrar el rostro de Dios? El Señor Jesús nos lo revela. Quien ame a Dios, que ame a su hermano. La felicidad y el gozo de la presencia de Dios vendrán de la entrega a los demás, de la renuncia a los bienes a favor de los necesitados, etc. Es el programa de las bienaventuranzas. Si buscas a Dios, busca a tus hermanos y haz por ellos lo que querrías que hicieran por ti.
Leer y meditar:
- Salmo 27 (26), 7-14 “Busca su rostro” y
- Mt 5, 17-20 “Una actitud más allá de la Ley”.
Claves de oración:
- Busco a Dios = busco al Hombre
- Buscar a Dios no es una excusa para huir de los demás
- Buscar a Dios está más allá de la ley
- Buscar a Dios es AMAR.
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