lunes, 1 de noviembre de 2021

Qué diré yo de Ti



Qué diré yo de Ti

Qué diré yo de Ti

que no te encierre en adjetivos.

Todopoderoso, creador, clemente,

misericordioso, justo, compasivo...

Cuanto digo no eres Tú,

así que ya, bueno o malo, nada digo,

ni esencial ni calificativo.


No hay adverbio que esté cerca, 

ni de lejos, del aquí que más persigo.

Y si nunca llego entonces, ni bien ni mal,

o eternamente o siempre,

es que ahora te he perdido.


Si te busco en los pronombres

yo soy un mí sin ti vacío.

Contigo en mí, Tú me vas por dentro

de la identidad que habito.

Conmigo en Ti, somos nosotros inclusivo.

Y así va todo y algo y nada indefinido.


Si te agarro con los nombres,

común y propio, 

queda abstracto el sustantivo.

Dios, Divinidad, Trinidad, 

Amor, Bondad, Bien Infinito…

O tan solo son metáforas de lenguaje creativo:

vid, viñador, pastor, vida, camino…

Todo concreto, contable, imaginativo...

padre, (o madre), viento, verbo, hijo…

O en un juego de palabras activo, 

"soy el que soy" o "el que es y fue y será"...

Todo bien sustantivado y persuasivo:

Yahvé, Alá, Elohim, 

Señor de los Ejércitos, Manitú,

nombre de Dios revelado y traducido…


Qué diré yo de Ti,

por conjugar crear y creer, existes, existo...

con tu verbo imperativo 

que dice y hace, dicho y hecho,

en tiempo, aspecto y modo indicativo,

cuando yo apenas soy creado o fui nacido, 

con perífrasis de voz pasiva

y en proceso dubitativo,

pero quisiera llegar a encontrarte 

en un enunciado desiderativo.


Y si busco relación con posesivos

es tan solo pertenencia aproximada

lo más tuyo que consigo.

Señor mío y Dios mío,

Padre nuestro…

Nuestro Señor Jesucristo…


Y así voy devanando, con Dios y por Dios, 

enlaces y nexos en listado extensivo:

a, ante, con, contra…

y, o, pero, sino...

como un pordiosero del Verbo,

como un hermano del Hijo.

Con mi "si" condicional

y a pesar de mi "aunque" concesivo.

Pienso, luego existo,

como aquel que dijo, consecutivo.

O mejor, porque amo, vivo, 

así, causal y afirmativo.


Tal vez lo mejor sería, con un suspiro,

la simple interjección de los exclamativos.

Ah de anhelo y queja…

Oh de asombro contemplativo…

O ay de dolor arrepentido.

O sss de callado silencio 

y susurro de aire limpio.


Qué diré yo de Ti

que no se quede en palabras sin artículos,

solo letras y sonidos,

en puras sílabas pronunciadas sin sentido.


Día de Todos los Santos.

1 de noviembre de 2021

José Manuel Montesinos Suárez

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