La edición en facsímil autógrafo de los Dichos de Luz y amor, de san Juan de la Cruz (Códice de Andujar), me viene acompañando desde 1989. Por aquel entonces Paqui y yo aún estrenábamos matrimonio, primer hogar, primer destino definitivo de profesor de Literatura en Siles (Jaén), en la Sierra de Segura. Estábamos no lejos de la órbita de algunos lugares relacionados con nuestro santo: Úbeda, Baeza, Beas de Segura… Son tan solo 24 páginas de un cuadernito en octavo. En ellas, el maestro dejaba por escrito a alguno de sus discípulos unos cuantos criterios de discernimiento, de luz y de amor. Pero como tenía esa alma de poeta, algunas de las frases tienen el regusto de los poemas maravillosos que escribió. Desde entonces hasta hoy he regresado en numerosas ocasiones a las páginas de san Juan de la Cruz. Las he visitado en la oración y con la guitarra en la mano. Cuando más angustiosa era la noche oscura, sus versos canturreados fueron un candil luminoso. Y de vez en cuando los Dichos de Luz y Amor seguían siendo una buena guía en horas de desazón y sequedad. Hace falta el acompañamiento espiritual de un buen maestro para hallar salida al laberinto… y quién mejor que san Juan de la Cruz, que supo transformar la persecución en amor y belleza. Así, mi lectura de los Dichos ha sido en oración y melodía. Es mi modo de asimilar y meditar estas palabras. De ahí estas canciones y estos arreglos musicales, destilados por veinte años.
Entre tanto ha venido el acercamiento al Carmelo de Caravaca de la Cruz y al Desierto de las Palmas, de la mano del Padre Eduardo Sanz, OCD, que nos ha regalado su amistad y su discernimiento pastoral. En él y en sus hermanos, mi esposa Paqui y yo hemos encontrado un referente real y cercano de lo que pudo ser el magisterio de san Juan de la Cruz. Igual que el discípulo que conservó el cuadernito autógrafo, los laicos actuales con vocación carmelita encontramos en el Carmelo un hogar cercano, auténtico manantial de agua viva y prado de verdura. Así que, en cierto modo, para él vaya nuestra dedicatoria.
Algo de estas experiencias de amor y consuelo, de noche y luz, de sequedad y dulzura, hemos intentado transmitir con este manojo de Dichos de Luz y Amor de san Juan de la Cruz, íntimo, “palabras al corazón” que te lanzamos desde la intimidad de nuestro corazón esponsal. Quiera Dios, querido oyente, que te sirvan para la oración y el alimento espiritual. Doy gracias a Dios por estos textos y la música que inspiran, y por la compañía entrañable de mi esposa, Paqui Alonso, que puso voz y alma, y de nuestro querido amigo y hermano comunitario Ángel C. Marco, que dedicó amor y tiempo a cada sonido y a cada silencio de esta grabación.
Juan de la Cruz, íntimo ha sido editado por San Pablo Comunicación, bajo la producción de Maite López.
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