
Cenizas en mi frente,
de un fuego que prendió.
Materia viva ardiente
que al fin se consumió.
Cenizas son los sueños,
cenizas, la ilusión.
Se queman, como leños,
poder y posesión.
Solo amor siempre arde.
Solo amor se eterniza,
Solo amor, a la tarde,
enciende fuego en la ceniza.
Ceniza, polvo y barro
recuerdan lo que soy,
nacido del desgarro
que va de ayer a hoy.
Seré, no más, la huella
de un pétalo de flor
quemado en una estrella
de tiempo y de dolor.
Solo amor siempre alumbra.
Solo amor siempre abrasa.
Solo amor, en la penumbra,
aviva el fuego que no pasa.

Solo amor ilumina
con su luz y su llaga.
Solo amor no termina
en la ceniza que se apaga.
Solo en Dios prendo y ardo.
Solo en Dios me consumo.
Encendido por su dardo,
me convierto en ceniza y humo.
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