viernes, 31 de diciembre de 2010

IGUAL QUE UNA MULA








©Letra y música: José-Manuel Montesinos
31 de diciembre de 2010




Igual que una mula,
metido en mi cueva,
ve mi vida nula
a la Vida Nueva.

Igual que un buey mudo
de vientre castrado,
contemplo al desnudo
Dios Niño olvidado.

Quizá con mi aliento
-tan desalentado-
abrigue un momento
al Niño acusado.

Quizá mi sustento
-de pajas y de heno-
proteja del viento
al Niño moreno.

Pero Él me calienta
la testuz caída,
la torpe osamenta
de mi alma dormida.

Mi cuello aligera
del peso del yugo
un Niño que espera
la cruz del verdugo.

De noche es la aurora,
de gloria el lamento,
y místico adora
un buey y un jumento.

La Madre me mira,
el buey muge seco,
la mula se gira
y me deja un hueco.

Con ansias de humano,
pero alma de bruto,
yo agarro la mano
del Dios diminuto.

El gozo es eterno
junto a Él en la cueva.
Aunque sea invierno.
nació Vida Nueva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡MUCHAS GRACIAS! por esta generosidad de alma y la belleza de El Lenguaje de las flores. Precioso blog y extraordinaria actividad didáctica y humana. Enseño en Washington, EEUU, y estoy desarrollando un curso de español avanzado con un componente comunitario, que dedico a la memoria de Miguel Hernández. Buscando paralelos entre sus Aceituneros y Los Olivos de Machado, me he encontrado con tu página, a la que añado un pedacito de mi propio caminar de la mano de la palabra y la poesía:

POÉTICA21

El quehacer de POÉTICA es así: airoso y frágil.
"Un caminar común y confiado al servicio
de la bondad y la belleza."

Yo no pretendo saber gran cosa ni
decir nada nuevo que nos sorprenda.
Pero sí quiero comprometer a mis mayores.
para que su voz se oiga,
para que estemos alertas,
para que con suavidad
nos penetre bien su fuerza.

¿No veis que estamos cansados
de tan crueles diferencias,
de los odios e ignorancias,
que destrozan y destruyen
el genuino convivir de nuestra Tierra?

¡Me niego a seguir llorando
al pie de la carretera
sin saber cómo atajar
tanto mal, tanta miseria!

A ti levanto mi voz
Padre de cielos y tierra,
Madre de tanta criatura,
Espíritu que nos fundes
en bendición primigenia.

Me uno a tanto clamor,
a toda esta gente buena
que generosa comparte
y que ocurrente genera.

Con desafío valiente
me atrevo a alzar la cabeza
y, mirándote a los ojos,
a ti que hoy te me acercas,
quiero hacer saltar la chispa
que nos transforme en Candela.

Con vosotros, mis mayores,
con vosotros, mis poetas,
nos ponemos en camino
hacia el siglo que nos nace
confiando en la palabra
siempreviva y verdadera.
Dolores G.P.
Febrero de 1993

un saludo y gran respeto por vuestro compromiso y trabajo,
Dolores